Como prometí en la anterior entrada de minihamburguesas, aquí os traigo el ketchup casero que usé. Os diréis: otra receta de ketchup casero. Pues no, queridos niños, esta no es otra receta de ketchup, es LA RECETA de ketchup. Ya os digo. Aunque viene a sumarse a esta otra de ketchup fermentado fetén y anticuadísimo que ya tengo en el blog. Pero volviendo al temita, este ketchup con manzana es indescriptible. Procede de un libro psicodélico que compré no recuerdo a santo de qué, del restaurante británico Saint John, Nose to tail eating. Es psicodélico porque la mitad de las recetas son de casquería, cosa a la que no soy especialmente aficionada, supongo que por falta de costumbre y conocimiento. De ahí el nombre del libro, comer de pies a cabeza. Pero os aseguro que solo por esta receta el libro merece la pena. Bueno, y por alguna más.
Yo preparo este ketchup en Thermomix, porque es muy cómodo (no tienes que andar removiendo tú de vez en cuando) y porque puedes usar los tomates enteritos, sin pelar ni despepitar ni nada, que es una castaña pilonga. Si no tenéis Thermomix, pues sufriréis un poco más junto a la sartén, pero ya está. Vosotros podéis con eso y con más.
- 400 g de cebolla
- 40 g de aceite de oliva virgen
- 1000 g de tomates maduros
- 280 g de manzanas ácidas (reineta o Granny Smith)
- 160 g de azúcar sin refinar
- 200 g de vinagre de sidra
- 20 g de sal
- 2 clavos de olor
- 3 granos de pimienta de Jamaica
- En primer lugar se prepara el sofrito de cebolla. Se pela y pica la cebolla y se sofríe en el aceite. En Thermomix se hace en 9 minutos a temperatura Varoma y v. cuchara.
- Se añaden los tomates, sin pelar ni despepitar, cortados en cuartos. Se trituran 15 segundos en velocidad 9-10 y a continuación se cuece todo 20 minutos a temperatura Varoma y velocidad 2-3. Se coloca el cestillo encima de la tapa para que no salpique demasiado el tomate al cocerse.
- Al cabo de ese tiempo, se añaden las manzanas peladas y cortadas en trozos, el vinagre, el azúcar, la sal y las especias. Se tritura brevemente a velocidad 5 y se vuelve a programar 20 minutos, temperatura Varoma y velocidad 2-3, otra vez con el cestillo sobre la tapa.
- Para acabar se tritura la mezcla 2 minutos a velocidad máxima, para conseguir la textura untuosa característica. Se prueba la sazón y se rectifica si fuera necesario. Si la consistencia no fuera suficientemente espesa, se concentra más el ketchup programando otros 5 minutos, o el tiempo necesario para conseguir la consistencia deseada. Ya sabéis que el contenido en agua de los tomates es muy variable.
Reconozcámoslo… ¿por qué está tan bueno el ketchup? (Y el ketchup casero, mucho más…). Porque tiene azúcar… y eso a nuestro cerebro le gusta mucho, pero que mucho. Les pasa a unas cuantas salsas de este estilo, como la barbacoa, que si no llevan azúcar, pues llevan melazas, miel y otras dulzuras. Así está el tema. De modo que por favor, úsense con precaución y frugalidad… si se puede. Ah, y este ketchup estará también de muerte con estos aros de cebolla. He dicho.
Y si os gustan las salsurrias yankis, también tenéis la salsa barbacoa en el blog.
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