No, no es que te tomes el whisky mientras preparas la salsa barbacoa, como en aquel chiste del pavo de Navidad al whisky. El whisky va dentro de la salsa barbacoa, no fuera, perdularios. Y no sé si será por el whisky o por el resto de los ingredientes, pero esta salsa fue un auténtico hallazgo, procedente de Simply Recipes, uno de los blogs culinarios norteamericanos con más veteranía y predicamento (toma palabros). Y he de reconocer una cosa: puede que si yo no tuviera niños, al igual que con el ketchup, nunca me hubiera animado a hacer una salsa con tan mala fama. Es que mis hijos me enseñan cosas todos los días, qué bonito, especialmente a ponerme gocha. Pero admito que con las carnes preparadas a la barbacoa queda deliciosa. Hala, lo he dicho.
Esta salsa tan norteamericana aparentemente nace como tal en el siglo XIX, y con diversas variantes regionales, sus ingredientes básicos son salsa de tomate, especias, condimentos ácidos como vinagre o zumo de limón, y condimentos dulces como azúcar, melaza o miel. Es una interesantísima mezcla de sabores ácidos, dulces, picantes y salados, incluso umami procedente del tomate y de la salsa Worcestershire, que lleva pasta de anchoas. Y yo le añado mi toque secreto: tres o cuatro cucharadas de miel de caña del Ingenio Nuestra Señora del Carmen. La receta original lleva melaza, como muchos platos americanos, pero como no es un ingrediente que suela utilizar, yo preparo la salsa con miel de abeja y miel de caña, que las tengo más a mano. También sustituyo el chile en polvo por ibérico pimentón picante. Y queda de cine.
- 150 g de cebolla
- 40 g de aceite de oliva virgen
- 2 cucharaditas de pimentón picante
- 100 g de whisky
- 250 g de salsa de tomate
- 50 g de zumo de limón
- 100 g de vinagre de Jerez
- 80 g de miel
- 15 g de miel de caña
- 70 g de salsa Worcestershire
- ½ cucharadita de sal
- Picamos la cebolla y la sofreímos con el aceite, hasta que esté bien lacia. Añadimos el pimentón y le damos unas vueltas.
- Agregamos el resto de los ingredientes y trituramos para que no se note la cebolla. A partir de aquí, cocemos la salsa 20-25 minutos hasta que quede espesa a nuestro gusto.
- Al acabar la cocción probamos de sazón y añadimos más dulce, más vinagre o más sal si hiciera falta.
Esta salsa se prepara en un dos por tres con la Thermomix, e incluso sin Thermomix, así que no tenéis excusa para no usar salsa barbacoa casera este verano en vuestras celebraciones, parties y orgías variadas. También en vuestras pizzas barbacoa. Además, por la gran cantidad de vinagre y azúcares se conserva largo tiempo en un bote cerrado en el frigorífico. Aunque francamente, dudo de que os dure demasiado. Yo tengo que emplear todo mi autocontrol para no comérmela a cucharadas, no os digo ná y os lo digo tó.
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